Apasionada, cercana e inspiradora definen el carácter de la Presidenta de la Federación de Peñas de la Unión Deportiva de las Palmas, una “Bendita Locura”, como ella misma dice, que si no existiera tendríamos que inventarla.
En el mundo del fútbol, donde los colores y la pasión son protagonistas, se alza una figura que rompe moldes y redefine el liderazgo. Guacimara Vanessa Sosa Rodríguez, conocida por todos como Guaci, es más que la Presidenta de la Federación de Peñas de la Unión Deportiva las Palmas, es el vínculo que conecta una afición con su equipo, un ejemplo de dedicación y de inspiración para quienes sueñan con hacer del fútbol un espacio más inclusivo.
“Esto es una bendita locura”, confiesa entre risas al hablar de su relación con el fútbol. Desde hace casi tres décadas, Guaci ha vivido y respirado en amarillo y azul. Su historia comenzó como aficionada en el antiguo Estadio Insular, pero con el tiempo, su vínculo con el equipo y las peñas se convirtió en algo más grande, un propósito. “Gracias al fútbol, he hecho amigos que ahora forman parte de mi familia. Esto engancha, una vez lo pruebas, no te puedes ir, ni dejarlo”, explica con la pasión que la caracteriza.
Su entrada en la presidencia no fue un camino fácil, pero su autenticidad y compromiso la llevaron a convertirse en la figura que hoy representa a miles de aficionados. Nos comenta, “el fútbol no solo es un deporte, es la excusa perfecta para conectar, para crecer como persona y comunidad”.
Para la Pesidenta, el fútbol trasciende el terreno de juego. Lo describe como un puente que une generaciones y lugares. “Mis dos hijas están también abonadas, y para mí, los días de partido son una fiesta a la que asistimos las tres juntas. Hemos reído y llorado mucho en el campo pero cuando vivimos el ascenso juntas fue algo mágico, una experiencia que llevo grabada en el alma”, confiesa emocionada. Sus hijas constituyen el motor de su vida, pero su concepto de familia no se detiene ahí. Guaci tiene un corazón tan grande como su pasión por el fútbol, capaz de adoptar a sus amigos como si fueran familia. Una muestra de ello fue su viaje a Cartagena para celebrar su cumpleaños con una aficionada con la que ha forjado una gran amistad. Al llegar se encontró con una fiesta sorpresa que “esa familia elegida” cartagenera había organizado en su honor.

Pero su generosidad no se queda en lo personal. Guaci lidera iniciativas que iluminan la vida de otros, desde niños hasta adultos, mayores y personas con discapacidad, organizando actividades donde el fútbol se convierte en una herramienta de inclusión y alegría. Su pasión por la Unión Deportiva Las Palmas no solo une a las gradas, sino que construye puentes de humanidad que trascienden a este deporte.
Durante la entrevista Guaci, nos ha contado muchas anécdotas que nos han hecho reír y llorar, entre ellas destaca la que vivió durante una de las tradiciones más emotivas que lidera, la “Marea Amarilla”. Esta práctica consiste en una caminata, que comienza en el Antiguo Estadio Insular y culmina en el del Gran Canaria, reuniendo a miles de aficionados. “Una vez nos pidieron desde el hospital, que se encuentra en el recorrido, que hiciéramos una vista a un paciente para animarle. No pudimos entrar, porque se sumaron a la iniciativa miles de personas, por lo que nos detuvimos en frente, en la rotonda y gritamos: ‘¡Tú sí que vales!’ Fue muy emotivo, y además nos dio suerte: ese año ascendimos”. Nos relata muy emocionada entre lágrimas.
El liderazgo de Guaci no está exento de desafíos. En un ámbito históricamente dominado por hombres, ella ha sabido ganarse su lugar. “Al principio, siempre notas un poco de resistencia, pero gracias al apoyo de Aficiones Unidas, con los que colaboro activamente y a los que tengo muchísimo que agradecer, hoy me siento una más”, comenta.
Con su equipo de trabajo, en el que destacan mujeres como Yasmina y Auxi, tesorera y vocal de la Federación respectivamente, forman el equipo de “las chicas de oro”, Guaci ha demostrado que las mujeres tienen un papel fundamental dentro de la afición. “Somos más organizadas y tiramos del carro cuando es necesario. Estoy segura de que pronto habrá paridad, en las federaciones, en las gradas y en todos los estamentos del fútbol”.
La Presidenta no duda en definir su vínculo con la Unión Deportiva de Las Palmas en “3” palabras como: “Familia, ilusión y “esta bendita locura” y ríe a carcajadas disculpándose por haber dicho más de tres. Su liderazgo ha trascendido la organización de peñas y también trabaja junto con la Fundación del Club en proyectos de inclusión, como el “Algolpito”, donde personas mayores practican fútbol caminando. Otro de los proyectos en los que participa es “Ondea la bandera” que representa uno de sus máximos objetivos, conseguir llenar de banderas todo el campo. Otra iniciativa de la que se siente muy orgullosa es “Disafío”, en la que trabaja con niños con discapacidad “Deberíamos aprender de ellos, su honestidad, transparencia, corazón e impulso debería inspirarnos a todos”, comenta al Diario.
Guaci es un ejemplo de cómo el fútbol puede ser un catalizador para la inclusión, el compañerismo y el crecimiento personal. Desde su salón, con archivadores y tres impresoras, lidera una Federación que no solo apoya al equipo, sino que también deja una huella significativa en las personas.
La Presidenta tiene un mensaje claro para las mujeres: “Nada es imposible. Este mundo es de todos. Podemos y debemos ocupar nuestro espacio. El fútbol no es solo un juego de hombres y nosotras tenemos mucho que decir y en lo que participar”. En la voz de Guaci, marcada por la sonoridad de su acento canario, resuena el eco de todas las mujeres que han desafiado las normas y abierto camino en el fútbol español. Una mujer que, con su “bendita locura”, ha hecho del amarillo el color de su pasión y de su familia, un hogar para todos.
