El fútbol, por esencia un campo de respeto y convivencia, a veces se ve empañado por actos de violencia y racismo. Por ello, LaLiga mantiene una vigilancia constante alrededor de situaciones de esta índole, tanto dentro como fuera de los estadios. Estas acciones no se limitan a casos en los que hay una hostilidad física, sino también abarca cánticos despectivos, insultos o gestos ofensivos, entre otros, con el fin de poder disfrutar de este deporte sin limitar la pasión y evitando que la violencia se normalice. El seguimiento de estos incidentes se apoya en distintas fuentes, desde las imágenes de retransmisión, hasta informes de los directores de partido, pasando por las redes sociales y, por supuesto, el testimonio de sus principales protagonistas, los aficionados.
Es responsabilidad de todos asegurarnos que la pasión con la que se vive el fútbol, no se enturbie con comportamientos que nada tienen que ver con este deporte, por ello LaLiga ha dispuesto un canal de denuncias que permite reportar cualquier acto racista o violento de manera rápida y sencilla. Cuando se detecta un incidente, se activa un proceso de verificación en el que se analizan pruebas audiovisuales y testimonios para determinar la gravedad del hecho. Si se confirma, LaLiga presenta una denuncia, ofreciendo todos los detalles del caso. Por otro lado, también ha puesto códigos QR en los estadios, para que cualquier aficionado pueda informar de este tipo de comportamientos de forma anónima y sencilla.
Los pasos de este protocolo son sencillos, se resumen en:
- Recepción de información, donde la denuncia llega a LaLiga a través de fuentes propias, directores de partido, prensa, redes sociales o canales de comunicación.
- Análisis del incidente, a través de Mediacoach, una herramienta que verifica e identifica el hecho, elaborando un informe inicial a través de la Dirección de Seguridad, Integridad y Emergencias (DSIE) en colaboración con el Equipo de Competiciones según su tipología.
- Elaboración del Informe de Denuncia, que se remite a la Comisión Estatal Contra la Violencia, Racismo, Xenofobia e Intolerancia en el deporte y al Comité de Competición.
- Escalamiento del Informe que en caso necesario también se remite al área legal para su gestión ante la Fiscalía de Odio, el Juzgado de Instrucción o la Comisaría de Policía.
Gracias a este protocolo, los aficionados y amantes de este deporte tienen un papel activo en la defensa de sus valores. Porque el fútbol es de todos y para todos, sin barreras, ni discriminaciones y es nuestra responsabilidad asegurarnos que no se vea desvirtuado por comportamientos ajenos y que el balón siga rodando, pero el odio y la violencia se queden fuera del juego.