Las peñas exportan la pasión por el Clásico alrededor del mundo

A veces puede parecer exagerado afirmar que, cuando llega un Clásico, “el mundo se para”. Sin embargo, la experiencia vivida el pasado sábado demuestra que realmente la pasión por los colores traspasa cualquier frontera y se vive con la misma intensidad a miles de kilómetros de distancia. En este sentido, las peñas juegan un papel clave en sus respectivos territorios, ya que se convierten en embajadoras de este sentimiento y también en un punto de encuentro para todos los aficionados que quieren vibrar con su equipo pese a la distancia geográfica y horaria.

En el caso de las entidades que pertenecen a la Confederació Mundial de Penyes del FC Barcelona, y especialmente aquellas que forman parte de su Federación de Peñas del Mundo, esta unión se puso de manifiesto de forma significativa. Desde la costa oeste americana hasta el sureste asiático, peñas barcelonistas de más de 70 países distintos reunieron a sus miembros; algunas a las 12 del mediodía como en Los Ángeles, otras a altas horas de la madrugada como en China o Indonesia. Todas ellas disfrutaron de uno de los mejores partidos que el fútbol puede brindar a cualquier aficionado alrededor del planeta.

En estos visionados, cabe destacar también el protagonismo que tomaron el fair play y el respeto por el rival, siguiendo los valores que Aficiones Unidas defiende desde su creación. No es nada extraño, pues, que en países como México, Perú, Egipto o China, las peñas barcelonistas y madridistas vieran juntas el partido, en muchos casos gracias a los eventos organizados por La Liga que fomentan esta concordia entre aficiones. En todos ellos, los aficionados animaron incesablemente y celebraron los goles de su equipo, pero siempre con respeto por sus rivales. En la ciudad de Palu, en Indonesia, las peñas locales de Barça y Madrid quedaron dos días después del Clásico para disputar un partido amistoso de fútbol sala.

Una vez más, las peñas demuestran que, por muy alta que sea la rivalidad entre dos equipos, la fraternidad entre los aficionados prevalece, y que este sentimiento es el mismo en cualquier parte del mundo. En el próximo Clásico, culers y madridistas volverán a encontrarse para disfrutar de este gran espectáculo.